Una gran cadena comercial
española, conocida y reconocida por
todos, ha construido su campaña
publicitaria de rebajas sobre la frase ‘Te lo mereces (y lo sabes)’. Se ha
visto en cartelería, en cuñas radiofónicas y en anuncios de televisión. El take
radiofónico es pegadizo. Y hoy llevo canturreando esa cancioncilla todo el día.
Porque, hablemos
de football y no de publicidad, cosa que tras una superbowl no se sabe que pesa
más. Anoche los New England Patriots ‘campeonaron’ en la XLIX Superbowl jugada
en Arizona, derrotando a otro equipazo como los Seattle Seahawks. Y como dice el take comercial español los
Patriots se lo merecían. Y todos lo sabíamos.
No lo negare, soy
Pat. Desde un lejano día que estos señores con casco me ganaron para la causa
hará más de diez años. Y ayer, creo, los
Patriots se cobraron una deuda que tenían pendiente. Pendiente desde que en las dos superbowls anteriores a las que habían
llegado como campeones de la AFC, cayeran derrotados por los Giants de Nueva York
básicamente por causa de dos recepciones increibles. ¿Qué aficionado de los Pats no recuerda los negros instantes en los
que Tyree o Nicks se hacían con un balón
casi imposible y ponían punto final a las aspiraciones de New England? ¿Qué seguidor del equipo patriota no tiene en
la retina el balón dejado caer miserablemente por Welker? Dos derrotas, que ayer bien pudieron ser
tres. Y casi de nuevo gracias a otra recepción imposible, en este caso de Kearse
(ojo que el jugador de Seattle se la encuentra, es innegable).
No voy a analizar
el partido. Solo diré que fue un partidazo y que la victoria pudo caer de
cualquier lado. Casi puedo decir que estaba más próxima del lado de Seattle que de New England. Pero el grandioso avance de la ofensiva patriota que
marca Tom Brady en el cuarto periodo del partido, no podía estar destinada al
olvido. Los dos drives para touchdown que se marcan la tripleta
Brady-Edelman-Gronkowsky son para recordar.
Butler interceptando (NFL) |
Brady, del que se
ha dicho de todo en las últimas semanas. De todo. Menos la auténtica realidad.
Señores estamos viendo jugar al mejor quarterback que, hoy por hoy, pisa un estadio.
Toda esta épica futbolística
no podía quedar en nada. Y a punto estuvo. Surgió la figura de un novato,
Butler, para hacer que el destino
devolviera a los Patriots aquello que en las dos superbowls anteriores les había negado. La gloria para el
equipo. Y para Brady.
Pat’s win!!! Lo
dice la publicidad ‘Te lo mereces. Y lo sabes’.